Descubra cómo transformar un solomillo de res en un plato sofisticado con una salsa cremosa de cebolla y mostaza, ideal para cualquier ocasión especial.
El solomillo de ternera es apreciado en la gastronomía por su ternura y sabor sutil, lo que lo convierte en una base excelente para salsas complejas.
Esta receta combina la riqueza de la carne con el toque picante y ácido de la mostaza y la dulzura caramelizada de la cebolla, logrando un equilibrio perfecto en el paladar.
Presentación del Solomillo Cremoso de Res
Un plato principal elegante y sencillo
Este plato se posiciona como una opción ideal para cenas formales o cuando se desea impresionar sin recurrir a técnicas excesivamente complicadas.
A pesar de su apariencia refinada, la elaboración se mantiene accesible para cocineros con experiencia media en la cocina.
La clave reside en la calidad de la materia prima y el control de los tiempos de cocción del vacuno.
Tiempo total para preparar la receta
La dedicación activa requerida para esta preparación ronda los 45 minutos, incluyendo el sellado y la elaboración de la salsa.
El tiempo de reposo o cocción pasiva no añade significativamente a la carga de trabajo, facilitando la planificación del menú.
Considerando la sencillez de la receta, es perfecta para incluirla en nuestras ideas para una cena rápida pero gourmet.
Ingredientes Necesarios para el Solomillo
Lista completa de la carne y lácteos
Se requieren aproximadamente 600 gramos de solomillo de ternera de buena calidad, cortado en medallones de grosor uniforme.
Para la cremosidad, utilizaremos 200 ml de nata líquida para cocinar (crema de leche) con un mínimo de 35% de materia grasa.
También se necesita una cucharada de mantequilla sin sal para el sellado inicial y para potenciar el sabor de la base de la salsa.
Condimentos y básicos esenciales para el sabor
Dos cebollas medianas serán caramelizadas lentamente para aportar la dulzura característica de la salsa.
La mostaza debe ser de Dijon, aproximadamente dos cucharadas soperas, aportando ese carácter picante necesario para cortar la grasa.
Elementos como sal fina, pimienta negra recién molida y un chorrito de vino blanco seco son fundamentales para desglasar y perfumar.
Preparación Paso a Paso del Solomillo
Primeros pasos: Dorar la cebolla y la carne
Comience pochando las cebollas cortadas en juliana fina a fuego muy bajo con la mantequilla hasta que estén tiernas y ligeramente doradas.
Mientras tanto, sazone generosamente los medallones de solomillo y séllselos en una sartén muy caliente con aceite de oliva, buscando un buen dorado exterior.
Retire la carne y resérvela; el jugo caramelizado que queda en la sartén será la base del sabor de nuestra posterior emulsión.
Integración de la salsa cremosa
Vierta el vino blanco en la sartén caliente para desglasar los jugos caramelizados, dejando que el alcohol se evapore por completo.
Incorpore las cebollas pochadas y la mostaza de Dijon, mezclando bien hasta que todo se integre homogéneamente en el fondo.
Añada la nata y reduzca el fuego, permitiendo que la salsa espese ligeramente hasta cubrir la parte posterior de una cuchara; este proceso es clave para cualquier buen plato de almuerzo consistente.
Consejos para un Solomillo de Res Perfecto
Puntos clave de cocción de la carne
El solomillo debe cocinarse rápidamente a fuego alto para sellar los jugos internos, especialmente si se busca un punto medio o poco hecho.
Es crucial permitir que la carne repose al menos cinco minutos fuera del fuego antes de servirla o reintroducirla en la salsa.
Este reposo asegura que los jugos se redistribuyan, resultando en un bocado más tierno y jugoso, un aspecto vital que cubrimos en nuestros consejos de cocina.
Cómo conseguir la cremosidad ideal
La cremosidad se optimiza utilizando nata con un alto porcentaje de grasa, ya que tiende a reducir sin cortarse fácilmente.
Evite hervir la salsa vigorosamente una vez añadida la nata, ya que un calor excesivo puede romper la emulsión y hacer que se separe.
Si la salsa queda demasiado líquida, retire la carne temporalmente y deje reducir la base unos minutos más a fuego medio-bajo.
Cómo Servir el Solomillo Cremoso de Res
Sugerencias de guarniciones populares en España
Un clásico infalible es acompañar este solomillo con unas patatas panaderas o un puré de patatas suave y sedoso.
Para añadir frescura y color al plato, son muy recomendables los espárragos verdes a la plancha o unas judías verdes salteadas con un toque de ajo.
Esta combinación funciona muy bien para organizar un menú completo en casa; visite nuestras ideas si busca inspiración para un buen desayuno alternativo para el día siguiente.
Maridaje recomendado para esta carne
Debido a la potencia de la mostaza y la riqueza de la nata, se recomienda un vino tinto con cuerpo pero con taninos bien integrados.
Un Tempranillo crianza de la Ribera del Duero o un Mencía joven son opciones seguras que complementan la carne sin opacar la salsa.
Si prefiere un blanco, busque uno con cuerpo como un Chardonnay con crianza en barrica, aunque el tinto suele ser la elección predilecta con el solomillo.
Información Nutricional del Solomillo Cremoso
Desglose calórico por porción
El aporte calórico es moderado a alto, dependiendo en gran medida de la cantidad de nata y la porción de solomillo utilizada.
Estimamos que una ración estándar puede oscilar entre las 450 y 600 calorías, si se incluyen las guarniciones básicas.
Es importante ajustar las cantidades de nata y grasa añadida si se está siguiendo un plan dietético estricto.
Macronutrientes importantes del plato
Este plato destaca por su alto contenido proteico, proveniente de la carne roja, esencial para la regeneración muscular.
Contiene una cantidad significativa de grasas debido a la nata y la mantequilla, necesarias para la palatabilidad y absorción de vitaminas liposolubles.
Los carbohidratos son mínimos en la carne y la salsa base, pero aumentan considerablemente al añadir guarniciones ricas en almidón.
Notas Adicionales sobre la Receta
Ocasiones ideales para disfrutar este plato
Este solomillo es perfecto para celebraciones de aniversario o cenas importantes donde se requiere un plato central memorable.
Su preparación permite cierta antelación en la cocción de la salsa, facilitando los preparativos de última hora.
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Variaciones sencillas a la receta base
Para un toque más terroso, puede añadir champiñones laminados a la cocción de la cebolla antes de incorporar el vino blanco.
Sustituir la mostaza de Dijon por una mostaza a la antigua (en grano) ofrece una textura diferente y un sabor menos punzante.
Si desea enriquecer el perfil umami, una cucharadita de concentrado de tomate al desglasar puede aportar profundidad a la salsa.
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