Descubra cómo transformar ingredientes sencillos en un plato principal sustancioso y delicioso, perfecto para cualquier comida familiar o celebración.
El pollo al horno con patatas es un clásico de la cocina casera española. Añadir una salsa de queso transforma esta receta en una experiencia más indulgente y cremosa.
Esta elaboración equilibra la sencillez de la cocción al horno con la riqueza de una salsa bien ejecutada. Es una opción ideal cuando se busca confort sin complicar excesivamente el proceso.
Presentación del Pollo con Salsa de Queso y Patatas
Tiempo y raciones para disfrutar
La preparación activa de esta receta no suele exceder los 30 minutos iniciales. El tiempo total de cocción se sitúa alrededor de los 50 a 60 minutos, dependiendo del grosor de las piezas de pollo.
Generalmente, esta cantidad de ingredientes está pensada para alimentar cómodamente a cuatro comensales. Adapte las cantidades si planea ofrecerla como parte de un menú más extenso, como las recetas de almuerzo de fin de semana.
Un plato principal reconfortante y completo
Este plato se consolida como una comida principal robusta por su aporte de proteínas y carbohidratos. La combinación de pollo tierno y patatas asadas es intrínsecamente satisfactoria.
La salsa de queso aporta la untuosidad necesaria, elevando el perfil del plato más allá de un simple asado. Es una propuesta perfecta para esos días donde se requiere una comida que abrigue el paladar.
Listado de Ingredientes Necesarios
Ingredientes clave para el Pollo y Patatas
Necesitaremos cuatro pechugas o muslos de pollo, según la preferencia de corte. A esto se suman 800 gramos de patatas, preferiblemente de una variedad adecuada para hornear.
Para el aliño básico del pollo y las patatas, incluiremos aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta negra recién molida y una cucharadita de pimentón dulce.
Elementos para la Cremosa Salsa de Queso
La base de la salsa requiere 50 gramos de mantequilla, 50 gramos de harina de trigo y 500 ml de leche entera para construir la salsa bechamel previa.
En cuanto al queso, recomendamos unos 150 gramos de queso rallado que funda bien, como un Emmental o Gruyère, además de una pizca de nuez moscada para potenciar el sabor.
Preparación Paso a Paso del Pollo y Patatas
Cocinar las Patatas antes de hornear
Pelar y cortar las patatas en rodajas de medio centímetro de grosor. Colóquelas en una fuente apta para horno y rocíelas con aceite de oliva, sal y pimienta.
Es fundamental pre-hornear las patatas brevemente para asegurar una textura tierna antes de recibir la salsa y el pollo. Esto evita que queden duras al finalizar el proceso.
Dorar el Pollo y su aliño
Sazone las piezas de pollo abundantemente con sal, pimienta y pimentón dulce. En una sartén aparte, dore ligeramente el pollo por ambos lados con un poco de aceite.
Este dorado superficial sella los jugos internos del pollo y añade una capa extra de sabor antes de integrarse al resto de la preparación. Este paso es clave para la textura final, como se explica en nuestras publicaciones sobre consejos culinarios.
Elaboración de la Salsa de Queso Perfecta
Sofreír ajo y cebolla para la base
Aunque la receta estándar de salsa de queso no incluye siempre sofrito, en esta versión incorporaremos un diente de ajo picado finamente y media cebolla pochada en mantequilla.
Este paso aromático aporta profundidad al sabor lácteo de la salsa, alejándola de un perfil puramente bechamel. Cocine estos elementos a fuego lento hasta que estén transparentes.
Integración de la crema y el queso
Una vez lista la bechamel (mantequilla, harina y leche), incorpore el queso rallado poco a poco, removiendo constantemente hasta que se haya fundido por completo. Añada la nuez moscada al final.
La clave es añadir el queso fuera del fuego directo o a temperatura muy baja para evitar que se separe o se vuelva granuloso. Buscamos una emulsión suave y homogénea.
Montaje de nuestro Pollo con Salsa de Queso
Colocar Patatas y luego el Pollo
En la fuente de horno, disponga las patatas pre-asadas como cama uniforme. Coloque las piezas de pollo doradas justo encima de esta base de patatas.
Asegúrese de dejar espacio entre las piezas para que el calor se distribuya correctamente durante la fase de horneado final. Este orden facilita una cocción uniforme.
Bañar generosamente con la salsa
Vierta una cantidad generosa de la salsa de queso sobre el pollo y las patatas, asegurándose de cubrir bien la superficie. La salsa debe impregnar ligeramente las patatas inferiores.
No escatime en la salsa, ya que será fundamental para mantener la humedad del pollo durante el horneado. Es el elemento que unifica todo el plato.
Horneado y Punto Final de la Receta
Temperatura y tiempo de cocción ideal
Introduzca la fuente en el horno precalentado a 190 grados Celsius (calor arriba y abajo). El tiempo de cocción final será de unos 25 a 30 minutos.
Verifique la cocción del pollo asegurándose de que su interior alcance los 74 grados internos o que los jugos salgan claros al pincharlo. Las patatas deben estar tiernas y ligeramente doradas.
Toque final con queso rallado extra
Justo antes de sacar el plato, espolvoree un poco más de queso rallado por encima, preferiblemente un queso con buen poder de gratinado, como el Parmesano.
Gratine durante los últimos 5 minutos hasta obtener una costra dorada y burbujeante. Este paso culmina la presentación y aporta una textura crujiente en contraste con la salsa.
Consejos y Notas sobre esta Receta
Información nutricional destacada del plato
Dado el uso de queso y nata, este plato es calóricamente denso y rico en grasas saturadas y proteínas de alta calidad. Es una comida ideal para un cena de energía.
Para aligerar el contenido graso, se puede sustituir la leche entera por semidesnatada o reducir la cantidad de mantequilla en la bechamel.
Sugerencias para acompañar el Pollo
Unas verduras al vapor o una ensalada fresca con un vinagreta ligera son el contrapunto perfecto a la riqueza del pollo y la salsa. Esto equilibra la pesadez del plato.
También puede complementar el plato con un poco de pan rústico para aprovechar hasta la última gota de salsa. Comparta sus resultados en nuestro perfil de Facebook si lo prepara.
Variaciones y Ajustes en el Plato Principal
Alternativas para personalizar el Queso
Experimente sustituyendo el queso tradicional por variedades más intensas, como Cheddar añejo o incluso un toque de queso azul para un sabor más atrevido. Asegúrese de que el queso sea de buena calidad para un mejor resultado.
Otra opción interesante es añadir hierbas frescas picadas, como perejil o cebollino, justo antes de servir para aportar frescura y color al plato final.
Mantener la Receta de Pollo sin gluten
Para adaptar esta receta a una dieta sin gluten, el cambio fundamental se centra en la salsa. Sustituya la harina de trigo por una harina sin gluten o maicena (almidón de maíz) para espesar la bechamel.
En el caso de usar maicena, disuélvala en un poco de leche fría antes de añadirla a la mezcla caliente, para evitar la formación de grumos. El resto de los ingredientes son naturalmente aptos.





